Premiar a tu perro con fruta o verdura de forma ocasional está bien, pero no todas son buenas para él. Te contamos cuáles hay que evitar que coma y por qué.
Quieres que el miembro más querido de la familia esté sano y, también, feliz. Para tenerlo contento, además de cuidarle con una alimentación natural, equilibrada y nutritiva, probablemente le concedes de vez en cuando algún capricho extra. Y es aquí donde te surge el dilema, porque te preguntas: “¿qué le puedo dar?” Hay alimentos que pueden ser perjudiciales para su salud por una sencilla razón: el sistema digestivo de los perros es diferente al de las personas. Ellos tienen el intestino más corto y gran parte de los alimentos que nosotros comemos son demasiado grasos, ricos o tóxicos para su organismo y difíciles de digerir.
Zanahoria, calabaza, manzana, pera, pepino o mango forman parte de una larga lista de frutas y verduras que un perro puede comer. Son beneficiosas para él siempre que vayan sin semillas, en pequeñas porciones y sin abusar, ya que algunas contienen mucho azúcar. También son buenos los arándanos y las fresas. Los frutos rojos contienen minerales y antioxidantes que previenen el envejecimiento de las células. Sin embargo, los frutos rojos silvestres no son recomendables para nuestros amigos de cuatro patas.
Las cerezas son tóxicas
Hay un tipo en concreto de fruto rojo que conviene no ofrecer jamás a nuestro perro: las cerezas. Quizá no sabías que el hueso de la cereza contiene cianuro. Este veneno impide que las células sanguíneas obtengan el oxígeno necesario para desempeñar su función. Por tanto, comer cerezas con hueso le provocaría una dilatación de las pupilas, enrojecimiento de las encías y dificultad para respirar.
Ni uvas ni pasas. Pueden provocarle insuficiencia renal
Esta es probablemente la fruta más dañina que hay para un perro. Las uvas y las pasas crudas, cocidas, o disimuladas en un pan o bizcocho, pueden ser letales. Incluso si se encuentran en pequeña cantidad. Aunque afecta a todos sea cual sea su raza, tamaño o edad, hay unos que son más sensibles a ellas que otros. En el peor de los casos, las uvas o pasas pueden crearles una insuficiencia renal. Es sorprendente que todavía no se conozca el motivo concreto, aunque se cree que la culpable podría ser cierta toxina que contiene esta fruta.
Limas y limones, demasiado ácido cítrico
El limón y la lima no se consideran frutas tóxicas para un perro. Aún así, conviene evitarlas porque contienen un alto nivel de ácidos cítricos que pueden provocarle problemas gastrointestinales como diarrea y vómitos. En casos extremos puede afectarles, incluso, al sistema nervioso.
Ajos, cebollas y familia
El olor y sabor del ajo y la cebolla no es algo que vaya a atraer locamente a tu perro, pero aún así, es mejor que los mantengas fuera de su alcance. También, al resto de la familia: cebolletas, cebollino, puerros y chalotas. Son un peligro porque contienen un compuesto de azufre que es tóxico para los perros. Afecta a sus glóbulos rojos y pueden causarles anemia y debilidad. En cuanto al tipo de raza, todas son muy susceptibles a esta sustancia, pero especialmente las japonesas como akita y shiba inu.
Tomates verdes, semillas y planta, dañan su estómago
Si está rojo, bien maduro y le quitas todas las semillas, el tomate no es una hortaliza tóxica para un perro. Sin embargo, sí lo es la planta del tomate porque contiene una sustancia tóxica llamada solanina. Tendría que comer gran cantidad para ponerse enfermo, pero ¿por qué arriesgarse? Además, los tomates verdes contienen una sustancia química llamada glicoalcaloide que puede originarle graves problemas digestivos. Lo mismo ocurre con los tomates rojos que no están del todo maduros y, como consecuencia, todavía conservan alguna parte verde. Para no correr riesgos, los expertos recomiendan evitar los tomates secos y cualquier otro alimento que lleve salsa de tomate.
Aguacate: es una opción insana para ellos
En los últimos años, en España ha aumentado el consumo de aguacate porque contiene una gran cantidad de propiedades beneficiosas para la salud de las personas. Se podría decir que se ha convertido en el desayuno de moda entre los más gourmets. No obstante, es un alimento considerado potencialmente perjudicial para los canes. Los aguacateros contienen persina, que es una toxina fungicida. Se encuentra en altas concentraciones en las hojas, el hueso y la piel del fruto, pero también está presente en menor proporción en la pulpa. Podría ocasionar a tu perro vómitos y diarrea.
¿Y los frutos secos? Nueces de macadamia, prohibidas
En general, los perros no digieren bien los frutos secos crudos y presentan un riesgo potencial de atragantamiento, sobre todo si se le ha quedado algún trozo de cáscara pegado. Se sabe que las nueces de macadamia en particular son muy tóxicas, aunque todavía se desconoce el motivo. Les producen depresión, debilidad (sobre todo en las extremidades posteriores), vómitos y temblores.
Cuidado con las pepitas y los huesos
Los perros pueden disfrutar de muchas otras frutas que no conllevan un riesgo para su salud como, por ejemplo, manzanas o peras, pero siempre que les hayas retirado a la perfección las semillas. Si no estamos seguros, es mejor evitarlas.
Para cuidar la salud de tu mejor amigo es aconsejable, además, tener en cuenta que no solo hay que educarlo a él, sino también a familiares y amigos. Es habitual que quieran ofrecerle pequeños caprichos para ganarse su simpatía y confianza. No está de más que todos sepan lo que puede comer tu perro y lo que no. Al menos, que se acostumbren a preguntarte siempre antes de ofrecerle cualquier tipo de comida.
En cualquier caso, si te asalta la duda, puedes consultar el listado de plantas tóxicas para perros realizado por la American Society for the Prevention of Cruelty to Animals (ACPCA) https://www.aspca.org/pet-care/animal-poison-control/dogs-plant-list (Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales, en inglés).