Los perros regulan su temperatura corporal de forma diferente a como lo hacemos las personas. Es importante saber cuándo tiene demasiado calor y aquí te contamos los trucos para refrescarlo en verano.
Los humanos regulamos nuestra temperatura corporal a través del sudor. Sin embargo, nuestros amigos caninos no cuentan con esta herramienta como nosotros. Ellos regulan su temperatura principalmente a través del jadeo y transpiran entre las almohadillas plantares. ¿Cómo saber, entonces, si tiene mucho calor? Si respira de forma acelerada y jadeante, tiene la lengua fuera todo el tiempo y salivación excesiva, no hay duda: son algunas de las señales que indican que el perro necesita refrescarse. Si está sufriendo un golpe de calor, lo cual ocurre, según la Real Sociedad Canina de España (RSCE), cuando la temperatura corporal aumenta por encima de los 41 grados sin que haya signo de enfermedad que lo justifique, puede que le falle el equilibrio y la coordinación, e, incluso, tenga convulsiones y pérdida de conciencia.
Hay perros que toleran peor el calor
Si tienes un carlino, bulldog, bóxer, shar pei, o cualquiera de las demás razas braquicéfalas, es decir, de cara chata, es probable que ya sepas que tiene más dificultad que otros para regular la temperatura de su cuerpo. También son más sensibles al calor los caninos de pelo oscuro y corto, obesos, muy mayores o cachorros, o con algún tipo de cardiopatía grave. ¿El tuyo cumple alguna de estas condiciones? Deberás en ese caso estar todavía más atento y preparado para refrescar a tu perro en cuanto detectes que lo necesita.
Consejos para refrescar a tu perro
Dale agua fresca y limpia sin forzarle.
Para eliminar el calor, el perro jadea, lo cual puede llevarle a un proceso de deshidratación. Asegúrate de que puede acceder al agua limpia y fresca siempre que quiera, pero no le obligues a beber porque le puede sentar mal. Igual que si le das el agua demasiado fría: puede que a ti te guste en pleno verano, pero es dañina para él.
Las almohadillas plantares de los perros son más resistentes que la piel de nuestros pies. Sin embargo, son mucho más sensibles a la temperatura. Cuando el pavimento está demasiado caliente, pueden sufrir daños graves. La Guardia Civil ideó la regla de los 5 segundos con el fin de saber si es seguro para tu perro sacarlo a pasear. Para comprobarlo, hay que colocar el revés de tu mano sobre el asfalto y ver si aguantas más de cinco segundos. Si no eres capaz de soportarlo, tu perro tampoco. Podría regresar a casa con heridas en las almohadillas de sus pezuñas.
Aunque la mejor opción siempre es cambiar la hora del paseo, una alternativa podría ser usar botas protectoras especiales para perros, útiles para andar tanto sobre el pavimento como por la arena de la playa, que en verano quema mucho también.
Elige un bozal apropiado
En el caso de que tu perro deba llevarlo, comprueba que el bozal le permite abrir la boca y jadear con comodidad para refrescarse. Los bozales de nylon se lo impiden, así que no le pongas los de ese tipo cuando el calor aprieta, según recomienda la Guardia Civil.
Cambia los horarios de las salidas
Evita las horas más calurosas para pasear. Al volver a casa, puedes mojarlo con agua fresca (no helada), sobre todo por las zonas de cuello, cabeza, axilas, abdomen y entre almohadillas. Son las zonas de mayor intercambio de temperatura. Si refrescas a tu perro con toallas mojadas, no lo envuelvas, conservará el calor.
Contarle el pelo, ¿sí o no?
Hay quien cree que cuanto más corto el pelo, más fresquito, pero el pelaje es un manto que protege a los perros del sol y les ayuda a regular su temperatura. Cada raza tiene características distintas que necesitan unos cuidados específicos, pero, por lo general, para refrescar a tu perro en verano es recomendable cepillarlo a diario. Así se eliminan los pelos muertos que se acumulan sobre su cuerpo antes de que formen una barrera que le impida expulsar el calor.
Soltar pelo durante la primavera es un mecanismo termorregulador con el que cuentan algunas razas. Por ejemplo, los labradores, huskies, pastores alemanes o golden retrievers, que además producen un pelo nuevo más fino que les prepara para el verano. Dálmatas, bóxers o carlinos, también mudan a pesar de ser de pelo corto. Sin embargo, las razas de pelo rizado como el caniche o poodle se mantienen igual todo el año.
En verano le puedes cortar el pelo a tu perro, pero no demasiado corto y nunca rapado: se puede quemar la piel y estaría más expuesto a la picadura de insectos. Lo mejor para refrescarlo es deslanar el pelo para eliminar el exceso de subpelo, prestando especial atención a la zona de hocico, orejas, barriga e ingles. En cualquier caso, para evitar que su piel pueda quedar desprotegida, no olvides aplicarle protección solar especial para perros.
Nunca lo dejes solo en el coche
Ni siquiera aunque pienses que va a ser sólo un momento. Todavía hay quien cree que si se dejan las ventanillas un poco abiertas, el vehículo estará ventilado durante ese rato y no habrá problema. Es un error y podría ocurrir una tragedia, porque la temperatura dentro del coche a veces sube a velocidad de vértigo.